Mira que a veces lo estrangularía, aunque para ello tendría
que crecer más o subirme a una silla.
Lo considero mi amigo del alma, y si él, como así lo creo,
también me tiene en buena estima, me aceptará que a veces le tire de las orejas.
Pero voy a hablar de cosas serias, que hoy es su cumpleaños.
Hay por ahí un dicho que habla de tener fuertes raíces y
grandes alas, pues he aquí el mejor ejemplo.
Alguien que se largó hace mucho pero que jamás ha olvidado lo que nos hace
fuertes, nuestros orígenes. Y no estoy hablando de chorradas territoriales,
políticas, culturales ni nada por el estilo, hablo de vínculos sentimentales.
Esos que se impregnan a ti a una edad en que todo es tremendo y que después es casi imposible borrarlos. Impregnados
en los juegos callejeros (cuando aún los había), en los amores y desamores de
infancia, en borracheras adolescentes, en hostias en moto al venir de la
discoteca, en fin, en tantas cosas que
si supiera escribirlo daría para alguna historia en plan “Cuatro amigos”. Libro
que aprovecho para recomendarlo si alguien no lo ha leído aún.
Acostumbro a decir
que somos tres hermanos, Javi, Mario y yo, pero a veces, si lo pienso bien me
doy cuenta que hay personas, muy pocas, que no están lejos de ese estatus. De acuerdo que
no es un vínculo de sangre, pero ¿y qué?
Me agrada pensar que si a sus hijos los quiero como si fueran sobrinos, a él también
lo quiero como a un hermano. Como lo conozco, no voy a seguir por este camino
porque me va a soltar alguna gilipollez de esas tales como “sin mariconadas” y
comentarios de ese estilo. Se hace el duro, pero a mí no me la pega. Es más, me
apuesto un euro, y ahí me ha salido el Català que llevo dentro, a que en este
momento se le está escapando una lagrimilla… Si es que en el fondo eres un
blandenge redimido.
Sé que este cumpleaños va a ser un poco triste porque estás
solo y se acaba de ir tu primogénito a Inglaterra, por eso creo que es
oportuno, y aunque sea por una vez sólo, no darte la bronca. Pero no te relajes
que volverá tu Carlitos de la guarda para darte caña.
Esperaba un encuentro en Roma hace unos días, y bueno, fue
una pequeña desilusión no hacerlo. En realidad me ilusioné mucho porque quizás
era un buen momento para regresar un poco a lo que hablaba al principio… Los
dos solos más un añadido de calidad al que explicarle nuestras batallitas…
Que pases un feliz cumpleaños.
Espero verte pronto Hermano!!!