lunes, 16 de julio de 2012

TORTÓGOTO

Que complicado es hablar sobre tu hija de nueve años sin llegar a resultar cursi por los cuatro costados, ahora se llamaría cursi 3D. Y más si Lucía es, como ya sabéis los que la conocéis como una princesa de cuento en un mundo real, ella se autodenominaría Encantada. El título del post es una palabra inventada por ella hace muchos años en el cambiador después del baño, en una de tantas y tantas charlas de las que Tolkien podría haber sacado mucho material para sus idiomas inventados en sus Best Sellers. A lo que iba, que Lucía hace nueve años nos tendría que dar la alegría más grande que puede recibir una persona, pero claro, el hecho fue que no fue así, hubo que esperar unos días más para la felicidad absoluta. Ahora, casi una década después, todo queda como la marca en la piel de una herida de niño que dolió pero que recuerdas con orgullo. Me voy a poner un poco cursi, pero es que es imposible no hacerlo. A lo cotidiano me remito: Te levantas por la mañana, un lunes, de invierno, a oscuras, el frio esperándote con los brazos abiertos para abrazarte y clavarte sus pinchos por cualquier hueco que dejas libre, pero antes de que lo irremediable ocurra, algo inmenso sucede cada día, me acerco a la habitación de Lucía que duerme como esperando el beso de su príncipe, en el que me convierto yo cada mañana a la misma hora, y sonríe, siempre sonríe, no hay un solo día, pero es que ni uno solo que no me dedique esa sonrisa que sólo ella tiene, una evolución mejorada de la de su madre, aunque a Sonia es imposible sacársela a esas horas. Con eso me basta para que nada impida que sea el hombre más feliz del mundo, ni el maldito lunes de invierno… Los mejores nueve años de mi vida, y los que me quedan por supuesto. Ahora no voy a pensar más allá en el tiempo, no me apetece devanarme los sesos en lo que vendrá cuando sea mayor y tampoco es cuestión de alargarme hasta el infinito escribiendo sobre ella, ahora lo único que sé con total seguridad y aunque suene a topicazo, es que este bonito lugar llamado Tierra es muchísimo mejor con ella y su sonrisa. FELICIDADES Lucía!!!