jueves, 18 de marzo de 2010

PELAURAS

Así me llamaba aunque no fue él quien me colgo esa cruz. Para mi lo era, pero a él le gustaba. Quizás por eso no me revelé. Bueno, por eso y porque tenía diez años. Evidentemente el motecito fue en clara referencia a los cortes de pelo siempre llenos de estilo que me hacía mi madre. Llenos de estilo hasta el día que caí en manos de un peluquero "de verdad"...
Estaba orgulloso de mi claro, igual que de los otros dos satélites que orbitaban su vida, "Chin" y "Camo". Lo único que... para bien y para mal yo era el más parecido. Esa carga genética lo quieras o no, pesaba. Pesaba en las fraticidas gincanas domingueras en bici contra mi hermano y primos, en las que solía llorar cuando no ganaba no sé si por frustración personal o por temor a defraudarle. Pesaba a modo de nerviosismo en los pocos partidos de fútbol a los que solía asistir y que curiosamente era en los que mejor jugaba. Venía poco, pero todo sea dicho, por partirse la vida trabajando por nosotros tres y por esa Santa que tengo por Madre.

Cada vez que Lucía me sorprende con algo pienso en él y me da mucha pena de lo que se está perdiendo. Mucha pena y mucha rabia al mismo tiempo por no poder disfrutar y sufrir lo que esta pasando en estos días que no son tan buenos y en otros tantos que han sido increíbles. Y los que vendrán...
Echo de menos que putee a mi hija como lo hacía con "Camo", y a Hugo, anda que no se lo pasaría bien con él con lo bonachón que es. Yo intento emularlo en ocasiones, pero sé que no le llego ni a la suela de la alpargata. Sí alpargata, ¿suena raro verdad? Pues a mi no.

Hace ya muchos años que nadie me llama de esa manera y lo echo de menos, muchísimo. Con él se fue Pelauras y en cierto modo me alegro porque era inherente a su persona, patrimonio suyo y de nadie más, ni siquiera del que me lo puso, que por cierto, me caía fatal!!!

Te quiero Papi!!!

Pelauras.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Veneno que cura.

Ya está, ya ha empezado la cuenta atrás...
Han sido meses de angustia, días de mucha tristeza y alguna alegría también hay que decirlo.

El lunes empezó la verdadera cuenta atrás, la que empieza con ese veneno que cura. ¿Qué paradoja no?

5 y bajando...

Te quiero Marian!!!